Fuerzas insurgentes, soldados desafectos y tropas estatales mataron a cientos de c
iviles desarmados. Soldados del Estado torturaron, maltrataron y ejecutaron extrajudicialmente a insurgentes y presuntos insurgentes apresados. A lo largo del año hubo más de dos centenares de personas encarceladas sin juicio ni cargos por motivos políticos, entre ellas ex ministros del gobierno; algunos podían ser presos de conciencia. Continuó el juicio contra varios periodistas acusados de sedición y difamación. Doce soldados fueron ejecutados tras ser condenados a muerte por un tribunal militar. Miembros de la oposición armada al gobierno cometieron graves abusos contra los derechos humanos, entre ellos homicidios deliberados y arbitrarios.